Ciencias Sociales

Escrito por: Ana Gabriela Vázquez Carpizo
Docente de la Licenciatura en Diseño Gráfico
septiembre 5, 2018

El design thinking —o pensamiento de diseño— es un método de trabajo que nace a partir de un saber teórico-práctico para intervenir de forma creativa en situaciones problemáticas.

Cómo funciona el design thinking

Su funcionamiento parte de la ponderación del pensamiento divergente sobre el convergente, así como de la conformación de un plan estratégico en el que se estudien de manera empática, comprometida, crítica, flexible e interdisciplinaria todas las características del problema: se prueben soluciones y se ofrece un servicio integral en el que se optimizan todos los recursos disponibles, para hacer posible el seguimiento y evaluación del proceso de trabajo.

No es sólo para diseñadores

Aunque el design thinking parece referirse sólo al diseño, en realidad se refiere a que todos, sin importar la profesión que practiquemos, somos creativos y, por lo tanto, capaces de reaccionar de esa manera para solucionar problemas.

Esto implica guiarse y estructurar la mente de acuerdo con un pensamiento divergente —abierto a todo tipo de ideas, propuestas y opiniones— por encima del pensamiento convergente o lineal, que tiende a encerrarse o enfocarse hacia un solo modo de solución.  Esta última conducta corresponde más a situaciones que pueden resolverse siempre del mismo modo (el tradicional), a partir de fórmulas fijas.

El design thinking se puede enseñar

Es importante  que desde el proceso formativo los estudiantes se habitúen a utilizar este tipo de pensamiento. Por eso, los diseñadores gráficos  de la Universidad Intercontinental adquieren desde los primeros semestres un enfoque de design thinking.

Para comprender mejor el uso del diseño como tipo de pensamiento, hay que entender que no se trata de una actividad espontánea, cuyas acciones y productos sean el resultado de un momento de la “inspiración divina”, con una planificación poco clara (“la caja oscura”).

El concepto de diseño y su relación con una forma de trabajo y una metodología parte de una acción retórica identificada con la noción griega teckné, proceso o conjunto de acciones que se realizaban conforme a un plan previo. En este proceso, el análisis y el estudio del problema permitían hacer conciencia de las experiencias  y alternativas que podían explicarse, argumentarse, teorizarse y sistematizarse para su enseñanza.

Cualidades del profesional en design thinking

El diseñador no reacciona de manera espontánea; por el contrario,  este profesional debe poseer los siguientes atributos:

  1. Empatía y sensibilidad, con el fin de considerar las necesidades de los otros sobre las propias, para detectar situaciones conflictivas o problemáticas.
  2. Compromiso y rigor, para recopilar la información necesaria del problema, delimitarlo e involucrarse en la solución de manera responsable.
  3. Pensamiento crítico, para cuestionar y reflexionar en torno a la naturaleza de las situaciones problemáticas durante el inicio, el desarrollo y la solución final.
  4. Flexibilidad y asertividad, para proponer la mayor cantidad y variedad de alternativas, y determinar aquéllas en las que sea posible optimizar recursos (pensamiento divergente).
  5. Tolerancia y apertura al diálogo, para colaborar en equipos de trabajo interdisciplinarios con el fin de ofrecer un servicio integral, y calcular su trascendencia total en la cultura, la sociedad y el ambiente.

Lo importante es la estrategia

El aspecto creativo, con el que todos tendemos a asociar con el diseñador, se relaciona también con el tipo de problemas a los que debe enfrentarse. Se trata de problemáticas indeterminadas que, aunque  parezcan similares, no se presentan en condiciones iguales.

Precisamente el principio de cambio permanente exige que se piense cada vez de manera distinta y se actúe conforme a un plan previo, donde se estudien todas las variables posibles —factores de oportunidad y factores de riesgo— con la finalidad de ofrecer alternativas a la medida.

El pensamiento de diseño implica poseer una visión estratégica de la problemática en cuestión, que permita prever consecuencias, evaluarlas, aprender de ellas, y dejar atrás la intervención parcial que implicaba cierto desentendimiento de responsabilidades.

El diseñador estratega no sólo es un participante de la solución de las decisiones de otros, sino que sabe anticiparse a buscar campos de oportunidad donde la intervención interdisciplinaria contribuya a mejorar las condiciones de vida de la sociedad.

Finalmente, mientras más clara sea la problematización de la situación conflictiva, más definidas serán las propuestas de solución; el pensamiento planificado es propio del diseñador estratega, quien prioriza el razonamiento, la práctica y la prueba reflexiva (ensayo y error) antes de ofrecer soluciones fijas y absolutas.

El esquema del design thinking

El pensamiento de diseño como un método de acción creativa ha sido esquematizado de varias maneras, casi todas usando envolventes hexagonales que funcionan como piezas de rompecabezas, lo que deja ver que las etapas del proceso pueden ensamblarse de manera flexible, cíclica y reversible.  Esto permite moverse de una fase a otra para corregir y reconsiderar las decisiones y acciones realizadas.

Las etapas del proceso se sintetizan del siguiente modo:

Comprensión del problema

Propuesta

Solución

Empatizar → definir→

crear →

 elaborar prototipos → probar  → evaluar resultados

 

 

 

 

 

 

 

 

La intervención debe evaluarse y confrontarse a los propósitos iniciales de solución para que pueda aprenderse de la unión del pensamiento estratégico y la práctica. Ello le dará un carácter integral.

Un poco de historia

El concepto design thinking como estrategia de acción creativa comenzó a usarse por primera vez en los setenta y ochenta, basándose en enfoques utilizados sobre todo por arquitectos y planificadores urbanos; no obstante, Rolf Hans Faste de la Universidad de Stanford lo retomó para sistematizarlo y usarlo de manera práctica en el campo de la enseñanza. Más tarde, Tim Brown y David M. Kelley —colega de Faste— lo consideraron para fundar el Estudio Ideo en 1991, y Richard Buchanan lo usó en su artículo “Los problemas complejos en design thinking” en 1992.

 Para saber más:

Aquino, Tales de. (2016). “Qué es, cómo piensa y qué hace un diseñador estratega”. Recuperado de http://foroalfa.org/artículos

Lupton, Ellen. (2014). Intuición, acción, creación. Graphic design thinking. Barcelona: Gustavo Gili.

Rivera, Antonio. (2013). La nueva educación del diseñador gráfico. Ciudad de México: Designio.

Tapia, Alejandro. (2004). El diseño gráfico en el espacio social. Ciudad de México: Designio/Encuadre.



* Las opiniones vertidas en las notas son responsabilidad de los autores y no reflejan una postura institucional

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