En 1937, cuando Hitler estaba al frente de la Alemania Nazi, Sam Shere tomó una fotografía que daría la vuelta al mundo y se convertiría en un icono.
Shere fue un fotoperiodista que cubrió la llegada y el atraque del dirigible Hindenburg a la torre de aterrizaje de la base de la estación naval de Lake Hurst, en Nueva Jersey, procedente de un viaje trasatlántico por Alemania.
Uso de los dirigibles
Los zepelines heredaron el nombre de su inventor Ferdinand von Zeppelin, un ingeniero alemán que inició el trabajo con este tipo de globos, que eran grandes naves utilizadas como medio de transporte y carga.
Éstos eran autopropulsados por motores y tenían la particularidad de elevarse por medio de grandes cantidades de gases que eran más ligeros que el aire, como el helio y el hidrógeno.
Dichos dirigibles, junto con el Graf, fueron el símbolo de poderío durante la Alemania Nazi. Sirvieron de propaganda para el nazismo e, incluso, en los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936, el Hindenburg sobrevoló el estadio con las suásticas grabadas en la cola del dirigible.
La tragedia
En 1937, el Hindenburg salió de Frankfurt, Alemania, en un viaje trasatlántico de lujo; al llegar a Nueva Jersey, en las maniobras para atracarlo, el dirigible explotó convirtiéndose en una gran nube de llamas.
Los cerca de 20 fotógrafos que esperaban su llegada registraron el evento; también existe una película con un cronista relatando la tragedia en vivo. Sin embargo, hubo sólo una fotografía que se convirtió en muestra de la desgracia: la fotografía de Sam Shere.
Según Shere, logró disparar dos veces la pesadísima Speed Graphic que cargaba placas de 4×5 pulgadas, pero sin tener tiempo de mirar por el visor; es decir, él accionó el obturador de su cámara “desde la cintura”, obteniendo así la mítica foto.
Únicamente cambió la Speed Graphic por su Leica de 35 mm, con el objetivo de tomar fotografías de los supervivientes que, ante la magnitud de la tragedia, milagrosamente fueron varios.
Fotografía icónica
Muchos se han preguntado por qué la imagen de Shere se convirtió en un icono y las otras no. La respuesta que algunos ofrecen es que fue la mejor representación del accidente en el inconsciente colectivo; sin embargo, es algo difícil de probar.
Para Sam Shere, se trató únicamente de la suerte de estar “en el lugar correcto en el momento exacto”, y ésa es, por cierto, una de las premisas de la fotografía documental, según Cartier-Bresson.
La fotografía obtuvo un mayor impulso y reconocimiento durante los años sesenta, cuando el grupo de rock Led Zeppelin la utilizó como portada para sus tres primeros álbumes, reconocidos a nivel mundial.
Fue Keith Moon, baterista de The Who, quien dio el nombre al grupo al afirmar que el grupo de Jimmy Page caería como un “zeppelin de plomo”, una imagen que tenía su origen en la icónica fotografía de Sam Shere.
Para saber más
Licenciatura en Comunicación Digital, Universidad Intercontinental. Disponible en https://www.4uic.mx/licenciaturas/comunicacion/
Difusión Cultural, Universidad Intercontinental. Disponible en https://www.4uic.mx/formacion-integral/difusion-cultural/
Uicstock, Universidad Intercontinental. Disponible en https://www.4uic.mx/eventos/10-uicstock/
Licenciatura en Diseño Gráfico, Universidad Intercontinental. Disponible en https://www.4uic.mx/licenciaturas/diseno-grafico/
Víctor M. Martínez Beltrán, El soundtrack de la caída del muro de Berlín, Universidad Intercontinental. Disponible en https://www.4uic.mx/https-www-4uic.mx-lamusicadelmurodeberlin/
Karemm Danel, El diablo debe ser un gran lingüista, Universidad Intercontinental. Disponible en https://www.4uic.mx/el-diablo-debe-ser-un-gran-linguista/
Ramiro Gómez Arzapalo, Seis cuentos coreanos: ventanas narrativas a la cultura oriental, Universidad Intercontinental. Disponible en https://www.4uic.mx/seis-cuentos-coreanos-ventanas-narrativas-a-la-cultura-oriental/