«De la capacidad con la que el arquitecto se adapte a una nueva forma de pensar
dependerán sus aptitudes para materializar una nueva visión del mundo”[1]
Los avances de la tecnología han impactado en todos los ámbitos del ser humano, lo que conduce a pensar y a hacer las cosas de manera muy diferente a como se hacía antes. Esto demanda actualización constante para dominar y aplicar herramientas y conocimiento.
Por ejemplo, en la actualidad se habla de BIM, Building Information Modeling, como una plataforma tecnológica inherente al quehacer de arquitectos, ingenieros y de todos los involucrados en el mundo de la construcción.
No obstante, quien no conoce de esto, puede formular ideas erróneas, que aunado a las estrategias de mercadotecnia de las grandes compañías que la promueven, es posible que se desvirtúe y se llegue a crear falsas expectativas. Por lo que el cometido de este artículo es proporcionar nociones muy básicas sobre qué es BIM.
¿Qué es BIM?
Técnicamente BIM por sus siglas en ingles se asume como Building Information Modeling, pero también encuadra en el acrónimo de Building Information Management. Debido a que tiene que ver con la gestión de la información y no sólo con el modelado.
Sin duda, lo anterior no proporciona indicios claros de qué es o qué se hace con esta plataforma, por lo que cuando se escucha por primera vez el término y se sabe que está relacionado con la computadora, la gran mayoría de las personas suelen asociarlo de inmediato a un software en particular, dando por hecho que BIM es sinónimo de Revit, Archicad, Allplan o cualquier otro software que exista en el mercado.
Es sustancial esclarecer que: BIM no es un programa de computadora, aunque obviamente sí forma parte de él. BIM no es una herramienta de maquila, a pesar de que desarrolla una serie de entregables coordinados y computables.
Tampoco es sinónimo de 3D o recorridos virtuales, aun cuando se trabaja en modelos virtuales tridimensionales en cuyo recorrido es viable detectar dónde hay interferencias entre elementos. BIM no se emplea únicamente para el control de obra, a pesar de que, permite ajustar costos, ubicar materiales, herramientas y personal, para tener una logística que repercuta favorablemente en la inversión que implica la obra.
BIM, todo y más
Asumamos que, BIM es todo eso y más, pues es una plataforma que, en el ámbito del diseño, construcción y gestión, propicia un método de trabajo que faculta a quienes la utilizan para ejecutar tareas específicas y bien ordenadas. Por otra parte, esta metodología se enmarca dentro del contexto de la cultura colaborativa y en una práctica profesional integrada que se puede ejecutar a distancia y en tiempo real, sobre el modelado virtual de información de datos.
En otras palabras, en BIM convergen diferentes softwares y plug-in que son compatibles entre sí y que se complementan para poder atender con eficiencia y de manera coordinada los problemas emergentes que se presenten en un proyecto, desde que surja la idea, durante el proceso del diseño, en la ejecución la obra y hasta que el proyecto se consolide en un objeto arquitectónico tangible y habitable, con todos los atributos con los que fue concebido. Incluso, el proceso, abarca la etapa de mantenimiento.
Su funcionalidad
Cuando se precisa que BIM no debe ser considerado como un programa de cómputo, es porque la información del modelo que se crea virtualmente, tiene su origen en distintos softwares. Entre los que destacan programas de: modelado, cálculo estructural, MEP, presupuestos, análisis de comportamiento energético, simulación, recorridos, por sólo mencionar algunos.
Es gracias a la capacidad de interoperabilidad que tienen estos programas, que se logra generar la información integral del edificio, tal como la geometría, volumetría y expresión plástica, las relaciones espaciales, la información geográfica, las cantidades y características de todos sus componentes. Además, permite el control de todo, durante el ciclo de vida del edificio hasta que se demuele por alguna razón.
Aunado a esto, el vínculo que se genera entre cada elemento que integra el modelo, permite actualizar la información que se tenga y se deba editar, así como detectar en tiempo real todas las inconsistencias o intereferencias que se provoquen, derivados de los ajustes. Lo que permitirá solucionarlo de inmediato, mitigando gastos innecesarios de tiempo, dinero, equipos y recursos humanos, todo ello, antes de iniciar la construcción de la obra.
Con todo esto, se puede garantizar la anulación de imprevistos y que tanto el presupuesto, como el tiempo de ejecución de la obra, no sufrirán variaciones a menos de que se trate de algo que escape a lo que se pueda prever con la plataforma.
Para saber más:
Licenciatura en Arquitectura, Universidad Intercontinental.
Plug-in. Aplicación que en un programa informático, añade una funcionalidad adicional o una nueva característica al software, en términos del idioma español puede nombrarse al plug-in como un complemento.
MEP. Siglas en inglés referentes a las instalaciones Mecánicas, Eléctricas e Hidrosanitarias (plomería). En software se refiere a la capacidad de un programa de apoyar al diseñador, calculista o dibujante en el desarrollo de los servicios para la construcción (Building Services Design Suite).
[1] Pellegrino, P. (1999). p. 26