Sabemos que, durante la juventud, hay una tendencia hacia prácticas riesgosas, tal es el caso del consumo excesivo de alcohol y la preparación de combinaciones de bebidas que alteran la salud y la consciencia.
Al respecto, en la población universitaria en México se observan diferentes tipos de consumo de alcohol, desde el de bajo riesgo, hasta el excesivo explosivo; este último es el de mayor prevalencia (Valdez et al., 2018).
Alcohol: un grave factor de riesgo
Según datos del Instituto Nacional de Salud Pública, el consumo de alcohol es de los 10 principales factores de riesgo de muerte y discapacidad a nivel mundial.
“Cada año se producen 3 millones de muertes en el mundo debido al consumo nocivo de alcohol, lo que representa el 5.3% de todas las defunciones” (Instituto Nacional de Salud Pública, 2022).
Además, causa hasta 200 enfermedades y traumatismos. También se le asocia con el riesgo de desarrollar problemas de salud, como trastornos mentales y de la conducta y enfermedades no transmisibles (cirrosis hepática, cáncer y enfermedades cardiovasculares).
Bebidas engañosas
¿Te has dado cuenta de que es bastante común que se combine alcohol con bebidas energéticas o deportivas? Aunque parece que esto mantiene tu energía en las fiestas, se trata de una práctica que conlleva diversos riesgos para la salud.
Las bebidas energéticas contienen cafeína y otros componentes que estimulan el cuerpo, mientras que las bebidas deportivas están diseñadas para rehidratar después del ejercicio.
Este tipo de bebidas ocultan los efectos calmantes del alcohol, induciéndote a un estado de euforia que puede llevarte a beber en exceso e incitarte a tomar decisiones imprudentes, como conducir bajo sus efectos o participar en conductas arriesgadas, e incluso aumentando el peligro de una intoxicación alcohólica grave.
Respecto de las bebidas deportivas, éstas diluyen el alcohol, alterando la manera como lo procesa tu cuerpo. Aunque parezca que estas bebidas te ayudan a hidratarte, en su combinación con alcohol cambia el efecto, pues podrían aumentar el desbalance de líquidos en tu cuerpo debido al efecto diurético del alcohol.
No todo es diversión
En el aspecto social, consumir estas mezclas puede parecer sólo parte del entretenimiento, pero en realidad te expone a situaciones peligrosas sin que lo notes.
Acostumbrar a tu cuerpo a tales combinaciones genera una dependencia dual a los estimulantes y al alcohol, lo que complica cualquier intento futuro por reducir su consumo.
Por ello, te dejamos algunas recomendaciones para que transformes con responsabilidad una situación de posible peligro.
- Consume algún alimento antes de beber.
- Hazlo en un lugar seguro.
- Acompáñate de alguien de confianza.
- Evita mezclar bebidas.
Después de consumir bebidas alcohólicas recuerda mantenerte hidratado, ya que es necesario que el cuerpo reciba suficiente agua y líquidos para restaurar el equilibrio.
Este equilibrio es vital para funciones corporales, como regular la temperatura, digerir alimentos, mantener una circulación sanguínea adecuada y eliminar toxinas del cuerpo.
Mantenerte informado te permitirá tomar decisiones más prudentes y cuidar mejor tu salud y la de tus amigos.
Como nutriólogo, debes saber que la salud comienza con decisiones inteligentes. El consumo responsable de alcohol es fundamental para tu bienestar.
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Para saber más
Licenciatura en Pedagogía e Innovación Educativa
Medlineplus.gov (s. f.). Consejos para reducir el alcohol cuando esté consumiendo demasiado. Recuperado de https://medlineplus.gov/spanish/ency/patientinstructions/000503.htm
Instituto Nacional de Salud Pública (2022). Consumo excesivo de alcohol entre jóvenes mexicanos. Recuperado de https://www.insp.mx/avisos/consumo-excesivo-de-alcohol-entre-jovenes-mexicanos