Nota
¿Qué es lo mejor para los menores, estancias o abuelos?
La psicoterapeuta Susana Serdán, docente de la Universidad Intercontinental ante el debate respecto a si los recursos destinados a las cerca de 10 mil estancias infantiles que atienden alrededor de 350 mil niños en México, deben mantenerse, o es mejor dárselos a los abuelos o familiares cuidadores afirma que lo más importante es generar un apego seguro: la certeza del menor de saberse cuidado y protegido por un adulto que le brinda contacto físico y emocional.
La crianza óptima requiere de un cuidador capaz de hacerse cargo de las necesidades físicas, emocionales, de aprendizaje y sociabilidad del infante. En términos generales, las guarderías y las estancias infantiles prevén un cuidado estructurado; funcionan con base en reglamentos que establecen espacios acondicionados, medidas de seguridad, higiene y nutrición, rutinas y actividades de acuerdo a las edades de los niños y a sus necesidades en cada etapa, así como personal capacitado para la atención de los menores.
En el aspecto afectivo, la atención de varios niños por parte de una sola persona, reduce el tiempo de abrazo y arrullo dedicado a cada uno, relevante en el desarrollo emocional.
Si bien podría suponerse que con la familia la parte afectiva se atiende mejor, es necesario analizar si el cuidador es un adulto con la salud mental y física adecuadas para atender a un menor de 4 años y si manifiesta disposición de cuidar al niño.
En resumen, el riesgo siempre viene de los adultos, si hay buenos cuidadores, sea en las familias o en una estancia, los niños estarán seguros.
Si las madres (padres) trabajadores tienen la opción de elegir dejarlos en uno u otro lugar, conviene que tomen en cuenta los siguientes aspectos
1. Adultos sanos física y mentalmente, dispuestos a cuidar a los niños, con movilidad básica para atenderlos. 2. Afectividad: Los niños buscan abrazo, contacto físico, un trato amable, 3. Actividades: Si lo cuida un familiar, pedirle mantener los horarios de sueño, alimentación y juego del niño; dosificar el acceso a la televisión, tabletas o celulares porque la exposición durante lapsos largos, deteriora sus habilidades sociales y su capacidad de fantasía e imaginación, indispensable para desarrollar la creatividad. 4. No dar cabida a ningún tipo de maltrato. No permitir ningún tipo de agresión o conductas que pongan en riesgo la integridad de los niños. 5. Espacios seguros para prevenir accidentes: tomar en cuenta los espacios como escaleras, la cocina, puertas o ventanas fáciles de abrir e incluso las mascotas.
Fuente: https://www.diarioimagen.net/?attachment_id=415101
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