Gastar el dinero es algo que todos hacemos. Porque el dinero se ha convertido en un instrumento imprescindible para nuestra vida cotidiana. Nos permite cubrir desde las necesidades más básicas hasta el logro de muchos de nuestros objetivos más elevados.
En este artículo, te presentamos una reflexión de Milton Friedman acerca de las formas en las que se puede gastar el dinero.
Premio Nobel de Economía
Milton Friedman (1912-2006) fue un economista y académico estadounidense. Se destacó en el campo del análisis del consumo, la historia y teoría monetaria, y por su demostración acerca de la complejidad de la estabilización política.
Gracias a sus investigaciones en estos campos, fue galardonado con el Premio Nobel de Economía, en 1976. Es considerado uno de los economistas más influyentes del siglo XX.
Cuatro formas de gastar el dinero
En una entrevista para Fox News, que concedió el 15 de agosto de 2004, Friedman explica que existen cuatro formas en las que las personas gastan el dinero.
Gastar tu dinero en ti mismo
La primera forma consiste en utilizar el dinero propio en beneficio de uno mismo. En esta situación, la persona será sumamente cuidadosa en qué lo gasta y buscará obtener el máximo beneficio a cambio de lo que está pagando.
Gastar tu dinero en otro
En este segundo caso, uno estará muy atento a no gastar demasiado y, en consecuencia, no será tan importante el producto que se obtiene. El cuidado principal estará en relación con el costo. Un ejemplo de este caso se da cuando una persona compra un regalo para otra.
Gastar el dinero de otro en ti mismo
En este escenario, uno buscará obtener los mejores productos. La atención se centrará en la calidad de lo que se obtiene y pasará a segundo plano el costo. Así pues, no importará buscar cosas más baratas, sino satisfacer plenamente las necesidades o los gustos personales.
Gastar el dinero de otro en otro
Por último, nos encontramos en una situación en la que no tenemos motivos para preocuparnos por el precio ni por las características de las cosas que se obtienen. El resultado, por lo tanto, es una calidad deficiente de los productos a un alto costo económico.
De estas cuatro formas, podemos extraer el siguiente cuadro ilustrativo:
La mejor y la peor forma
Para Friedman, de las cuatro opciones, la mejor siempre será la primera, es decir, gastar el dinero de uno en uno mismo. La razón consiste en que es la única en la que se buscará por todos los medios obtener el máximo rendimiento y el mejor uso del capital.
La segunda, gastar el dinero de uno en otro, si bien no es la óptima, por lo menos evita el despilfarro.
La tercera, gastar el dinero de otro en uno, invita al derroche, pero al menos obtiene calidad.
En cambio, la peor de todas es la cuarta. Gastar el dinero de otro en otro trae como consecuencia un gasto excesivo a cambio de nula calidad. Para Friedman, ésta es precisamente la forma en la que los gobiernos gastan el dinero de los contribuyentes.
Una tarea ciudadana
Una de las conclusiones más importantes de estas reflexiones es que el sector público en general es un pésimo administrador de los recursos económicos. Friedman es tajante al señalar que el gobierno no existe para generar crecimiento ni desarrollo económico. Es la iniciativa privada, quien con su dinero hace moverse el mecanismo financiero de la sociedad.
Por ello, se vuelve prioritario para los ciudadanos vigilar atentamente el uso de nuestros impuestos. En particular, conviene estar atentos a aquellas políticas que se basan en modelos económicos que se sustentan en el aumento del tamaño del estado.
A fin de cuentas, ni siquiera el político más honesto podrá jamás tener el mismo cuidado en el uso de los recursos públicos que el que tiene cuando gasta su dinero en sí mismo.
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Jesús Ayaquica Martínez es licenciado en Filosofía, maestro en Psicoterapia Psicoanalítica y doctor en Psicoanálisis, por la Universidad Intercontinental. Imparte clases en Filosofía, a nivel licenciatura, y en el posgrado de Administración. Fue editor de la desaparecida revista Avatares, publicación de Filosofía; es miembro de los consejos editoriales de Intersticios. Filosofía, Arte, Religión, y la Revista Intercontinental de Psicología y Educación, publicaciones científicas del programa de Filosofía y del de Psicología, respectivamente. También se ha desempeñado en la consulta psicoanalítica independiente.