El desarrollo fetal y los primeros años de vida se caracterizan por un crecimiento acelerado y una maduración de órganos y sistemas, por lo que los primeros mil días de vida son una ventana de oportunidad para la programación metabólica, una ventana crítica para la salud futura del ser humano.

¿Cuáles son los primeros mil días de vida?

Al hablar de los primeros mil días de vida, nos referimos al periodo que comprende desde la concepción, hasta los dos años; es decir, los 270 días que abarcan la gestación a término, los 365 días del primer año y 365 días del segundo año de vida.

En cuanto al crecimiento y desarrollo del feto, están determinados por tres factores:

• El estado nutricional de la embarazada.
• La función placentaria.
• La capacidad del feto para utilizar los nutrientes.

El ambiente intrauterino es una de las etapas de mayor plasticidad porque se forman y maduran los órganos y tejidos. Según la hipótesis de Barker, una agresión in útero es capaz de producir una programación anormal de diversos sistemas relacionados entre sí, que se manifestarán durante la vida del individuo por lo que las enfermedades cardiovasculares y las metabólicas presentes en el adulto, podrían tener sus orígenes desde la etapa fetal.

La programación metabólica fetal se entiende como las adaptaciones metabólicas que se presentan durante el periodo intrauterino ocasionadas por desequilibrios o agresiones ambientales. Éstas permiten la supervivencia del feto, pero condicionan susceptibilidad a la aparición de enfermedades cardiovasculares y metabólicas en etapas posteriores; al respecto, Hales y Barker propusieron la teoría del fenotipo ahorrador.

Alimentación y enfermedades

Hoy en día existe evidencia de que la alimentación es un factor ambiental que juega un rol fundamental dentro de la programación metabólica y tiene incidencia en diversas enfermedades de tipo crónico e inmunológico.

Este factor se inicia a nivel epigenético durante el embarazo, entendiendo a la epigenética como la manera como los genes se expresan sin modificaciones en la secuencia del ADN y generan un fenotipo específico por medio de dos mecanismos: la metilación del ADN y la modificación de las histonas.

Por ello, el estado de nutrición pregestacional, la alimentación de la mujer antes y durante el embarazo, la lactancia materna y la alimentación complementaria ofrecen grandes beneficios para esta ventana de oportunidad, disminuyendo el riesgo de desarrollar enfermedades cónicas no transmisibles (ECNT) en la etapa adulta, las cuales se han identificado como la causa de mayor mortalidad en el mundo.

Un déficit de nutrimentos durante la gestación y en los primeros mil días de vida influye negativamente en el desarrollo físico, biológico y mental, pues se relaciona con una programación errónea de las funciones cerebrales y de ciertos comportamientos debido a las modificaciones epigenéticas, al aumento del estrés oxidativo y a las alteraciones hipotalámicas.

Con este déficit, predispone a enfermedades inmunológicas y cardiovasculares, como la obesidad, diabetes e hipertensión arterial, entre otras, en la etapa adulta.

Ten presente que las enfermedades no transmisibles que se presentan durante la vida adulta pueden tener su origen en las etapas intrauterinas, en cuyo desarrollo están involucradas tres causas: el fondo genético, el estilo de vida y la programación temprana.

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Para saber más

Diplomado Nutrición Deportiva Aplicada en línea

Moreno, J. Los mil primeros días de vida y la prevención de la enfermedad en el

adulto, 8-11, 2016.

Maldonado, J. La importancia de la nutrición en los primeros 1.000 días de la vida, 2018.

Aguilera, A. La nutrición materna y la programación metabólica: el origen fetal de las enfermedades crónicas degenerativas en los adultos.

Barrera, R. y Fernández, L. Programación metabólica fetal, 29 (3), 99-105, 2015.

Aguilera, A. La nutrición materna y la programación metabólica: el origen fetal de las enfermedades crónicas degenerativas en los adultos. Revista Científica Multidisciplinaria de Prospectiva, 27 (3), México, Universidad Autónoma del Estado de México, 2020.

Berman, P. Los primeros mil días de vida, 61 (4), 313-318, 2016.

López, G., González, N. y Prado, L. Importancia de la nutrición: primeros 1,000 días de vida. Acta Pediátrica Hondureña, 7 (1), 597-607, 2019.