Lenguaje arquitectónico

Para poder hablar sobre el lenguaje arquitectónico, considero importante comprender el término de lenguaje. De tal forma que encontramos palabras clave que nos ayudarán a entender mejor el significado de este término. Veamos:

Comunicación. Acción y efecto de comunicar. Transmisión de un mensaje entre emisor y un receptor. Unión y medio de unión que se establece entre las personas, lugares o cosas.

Signo. Cualquier cosa que representa o evoca la idea de otra. Dibujo que es representación o señal convencional de algo.

Señales. Marca que se pone a las cosas para darlas a conocer o distinguirlas. Signo o medio empleado para acordarse de algo.

Lenguaje y arquitectura

En otras palabras, un lenguaje sería la acción y efecto de comunicar un mensaje por medio de una idea, un dibujo o una señal que se establece entre personas, lugares o cosas. Para ello, se necesita un emisor y un receptor para su ejecución.

Esta definición que se plantea como resultado deconstructivo del significado de lenguaje nos da un panorama de lo que podría ser un concepto de éste. Pero la esencia es ver la relación que tiene con la arquitectura.

Funciones de la lengua

Depende mucho del tipo de función que tenga el mensaje que se quiera dar a entender, para poder establecer las relaciones que existen a partir de un mensaje enviado. Es ahí donde el emisor busca un contacto con el receptor por medio de funciones para transmitir su mensaje. Para aplicar esto a la arquitectura podrían involucrarse la función referencial (emotiva) y la función poética para el caso de uno de los postulados de la Escuela Tapatía de Arquitectura. Ahora bien, el modelo nos dice también que no podemos dejar a un lado el contexto para que se pueda tener una mejor respuesta al mensaje que enviamos.

La cantidad de referentes hacia los que pueden orientarse los mensajes es ilimitada. Según sus particularidades, los referentes pueden distribuirse entre una cantidad ilimitada de clases. Una de ellas es la de todos los hechos arquitectónicos reales o potenciales.

Los referentes miembros de esta clase serían referentes arquitectónicos y la función referencial ligada a ellos podría ser denominada función referencial arquitectónica.

No sólo la función forma parte de un lenguaje arquitectónico. Recordemos que los signos tienen un significado, los cuales tienen una relación con la semiótica que, además de ser la ciencia de los sistemas reconocidos de signos, tendría que ser “realmente una ciencia que estudie todos los fenómenos culturales. Si fueran sistemas de signos —en la hipótesis de que todos los fenómenos culturales son en realidad sistemas de signos o en la de que una cultura se puede entender como comunicación—, entonces uno de los campos en los que sin duda se encontrará con más presiones es el de la arquitectura”, p. 19.

Semiótica de la arquitectura

Umberto Eco nos dice en su artículo: Función y signo: la semiótica de la arquitectura:

¿Por qué la arquitectura constituye un reto particular a la semiótica? Porque al parecer la mayoría de los objetos arquitectónicos no comunican (no se han ideado para comunicar), sino que funcionan.

Si entendemos que la semiótica estudia los signos y su comunicación con el contexto próximo, entonces, ¿cómo lo relacionamos con la arquitectura? Una de las primeras cuestiones a la que se debe enfrentar la semiótica es ver si resulta posible interpretar las funciones en el sentido de que tengan que ver con la comunicación.

La relación del hombre con los objetos arquitectónicos señala que, comúnmente, aquel que experimenta la arquitectura como comunicación, al propio tiempo se percata de su funcionalidad.

Para saber más

Licenciatura en Arquitectura, Universidad Intercontinental.

Broadbent, G. (1991). El lenguaje de la Arquitectura. Un análisis semiótico. México: Noriega Limusa.