Hoy en día vivimos absortos ante los adelantos y beneficios de los medios digitales, así como ante la velocidad e inmediatez para tener el mundo al alcance de un clic.
Hemos dejado que nuestra capacidad cognitiva y nuestro pensamiento sean seducidos por los estímulos de las interacciones digitales y la facilidad de conseguirlos.
Los medios digitales y la comprensión del mundo
No es necesario prestar mucha atención para notar los efectos que los medios digitales han generado en nuestra manera de comprender el mundo; desde la facilidad de acceso a la información, hasta cómo interactuamos para adquirir conocimiento.
La enseñanza, el aprendizaje, la producción y difusión de los conocimientos se ha transformado en las últimas décadas, junto con los cambios radicales que se han dado en cómo interactuamos y cómo nos comunicarnos y establecemos nuestras relaciones.
Por ejemplo, las fuentes más consultadas pasaron de libros a enlaces de internet; las ilustraciones hechas a mano a fotografías digitales que vemos por medio de dispositivos digitales.
Por su parte, la escuela pasó de un espacio de sociabilidad y aprendizaje a uno de aburrimiento puro, como explica Paz (cit. por Sartori y Alberoni, 2018: 47):
Por encima de todo, la verdad es que la televisión y el internet son la primera escuela del niño (la escuela divertida que precede a la escuela aburrida); y el niño es un animal simbólico que recibe su imprint, su impronta educacional, en imágenes de un mundo centrado en el hecho de ver […] El niño formado en la imagen se reduce a ser un hombre que no lee […] en un ser reblandecido por la televisión y lo multimedia. Y con la imagen y, en general, el cibermundo audiovisual que destrona a la palabra se asedia a una cultura juvenil descrita perfectamente por Alberoni [1997]: “Los jóvenes caminan en el mundo adulto de la escuela, del Estado […] de la profesión como clandestinos. En la escuela escuchan perezosamente lecciones […] que en seguida olvidan”.
Expectativas y medios digitales
Los estímulos que nos ofrecen los medios digitales son tan atractivos y convenientes que es imposible ignorarlos, pero no todos son positivos para el aprendizaje o la educación.
Nuestras expectativas se elevan paralelamente con la mejora de los medios digitales como el internet, el hardware y el software, y caemos en la creencia de que lo más rápido es lo mejor, lo que Bauman (2007) denomina el “síndrome de la impaciencia”.
La llegada de la era digital ha generado diferentes cambios en la educación que colocan a los interesados en este campo ante retos e incertidumbres importantes (Bauman, 2007).
Los dispositivos digitales tienen una gran influencia en nuestra formación, específicamente, es evidente el impacto que tienen en nuestro desarrollo sociocognitivo.
Un ejemplo de lo anterior es cómo afecta la severidad en la deficiencia de atención, aminora el autocontrol de los individuos y aumenta los impulsos; incluso, nuestra vulnerabilidad ante el ciberacoso (Rumiche y Solís, 2021)
El beneficio de lo digital
Por supuesto, el beneficio de todos los avances de la era digital es innegable, y durante la pandemia han sido los medios por excelencia para un sector de la población estudiantil.
Por otro lado, dichos avances han tenido efectos negativos en el aspecto emocional e interpersonal; asimismo, se ha evidenciado la brecha digital en la sociedad.
Así que los medios digitales nos informan, conectan, acercan a las personas que están lejos de nosotros; pero, también aíslan, separan, desinforman o malinforman (Paz, 2018).
Gracias a los medios digitales se producen redes entre los individuos, pero también se abre un abismo, una brecha entre quienes tienen acceso a sus beneficios y quienes no.
La era digital nos transforma a una velocidad vertiginosa, pero, entre contradicciones y antagonismos que es preciso comprender y afrontar.
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Para saber más
Doctorado en Educación, Universidad Intercontinental.
Maestría en Innovación Educativa, Universidad Intercontinental.
Maestría en Intervención Educativa, Universidad Intercontinental.
Estimulación y Educación Temprana, Universidad Intercontinental.
Diplomado en Neuroeducación: aplicaciones prácticas, Universidad Intercontinental.
Diplomado en Evaluación Psicopedagógica en las Dificultades en el Aprendizaje (EPDA),
Bauman, Z. (2007). Los Retos de la Educación en la Modernidad Liquida. Barcelona: Gedisa.
Paz, J. (2018). La escuela y el maestro en la encrucijada. Las voces y reflexiones de los docentes sobre el desencuentro en la escuela. Vita et Tempus, 3 (6), 2018, 38-64. Recuperado de http://www.uqroo.mx/files/revista-vita-et-tempus/Vita-N.6.pdf#page=38
Rumiche, M. y Solís, B. (2021). Los efectos positivos y negativos en el uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación en educación. Hamut´ay, 8 (1), 23-32. Recuperado de http://dx.doi.org/10.21503/hamu.v8i1.2233