Ciencias Sociales

Escrito por: Ma. Concepción Morales Corona
Docente de la Licenciatura en Traducción
octubre 8, 2021

Entre las diferentes reglas básicas para realizar una buena traducción en cualquier idioma, es primordial que se conozca la lengua que se traduce. También se debe hacer una investigación previa sobre el tema a traducir, pero, sobre todo, es importante revisar a fondo la traducción antes de considerarla como un trabajo finalizado. Seguir estos pasos evitará que se generen errores como contrasentidos o palabras o expresiones que sean interpretadas o traducidas de manera incorrecta. Un caso común son los falsos amigos, los cuales son una fuente de errores en la traducción.

¿Qué son los falsos amigos?

Este término proviene del francés faux amis y fue usado por primera vez en 1928 por Koessler y Derocquigny en su obra Les faux-amis ou les trahisons du vocabulaire anglais. De acuerdo con Chamizo (2005, p. 73), por dicho término “ se entiende el hecho de que dos palabras dadas en dos o más lenguas naturales sean iguales o muy parecidas gráfica y/o fonéticamente, pero sus significados sean diferentes parcial o totalmente.” Para Leontaridi, Peramos y Ruiz (2007), el término “hace referencia a palabras de dos idiomas que presentan afinidad morfológica, pero, a la vez, divergencia semántica”. La intención de esta nota no es ahondar en un estudio teórico sobre los falsos amigos, sino señalarlos como un problema de traducción.

Ya se ha mencionado, en innumerables ocasiones, que los falsos amigos son uno de los enemigos de los traductores. Al respecto, Galiñanes Gallén (2006) explica que “los falsos amigos constituyen una de las más graves interferencias lingüísticas que se pueden encontrar en la traducción, ya que originan graves errores de significado, literalismo e ininteligibilidad. Por lo tanto, el traductor tiene que tener mucho cuidado con ellos, porque al atribuir a una palabra un significado erróneo, apartándose del verdadero, impide la comunicación que se establece con el lector, que ignora el error cometido”. Asimismo, la autora señala que la aparición de los falsos amigos en las traducciones puede ser mayor cuando “se trabaja con lenguas tan parecidas formalmente como lo son el español y el italiano” o el francés, del cual, daré varios ejemplos que son recurrentes.

Algunos ejemplos de falsos amigos

Si bien existen muchos casos de falsos amigos en francés, sólo mostraré algunos ejemplos que provocan errores recurrentes al traducir esta lengua. Estos errores se deben, en parte, a que hay palabras del francés cuyo significado se relaciona con el español por la afinidad morfológica (parcial o total) que existe entre ambas palabras. Ejemplo de ello, son palabras como gâteau (pastel), la cual no significa gato, o la conjunción pourtant del francés que significa sin embargo y no, por lo tanto, como en muchas ocasiones se le traduce. Existe gran cantidad de verbos que son considerados falsos amigos: repasser (planchar); en ocasiones, se le utiliza en el sentido de repasar un tema. Otro verbo es exprimer, el cual no significa exprimir sino expresar. Discuter, no significa discutir sino hablar. El verbo attendre significa esperar y no atender y entendre no significa entender, sino oír.

Hay algunos casos donde el inglés también interfiere en la traducción incorrecta de algunas palabras al español, dándoles el significado que tienen en esa lengua. Por ejemplo, el verbo rester en francés significa quedarse o permanecer; por su parecido con el verbo to rest del inglés, se le traduce como descansar. Otro ejemplo, es el verbo crier, no significa llorar, del inglés to cry, sino gritar.  

¡Aléjate de los falsos amigos!

Como se ha señalado líneas arriba, y a modo de conclusión, es importante que se conozcan, tanto la lengua de salida como la lengua de llegada, ya que esto facilitará poder identificar los falsos amigos y así evitar cometer errores importantes de traducción.

Para saber más

Chamizo, D. P. (2005). Variaciones representacionales y falsos amigos. Contrastes, Suplemento, (10), pp. 73 – 103. Recuperado de https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=1359315

Galiñanes, G. M. (2006). Falsos amigos adjetivales. Espéculo. Revista de estudios literarios, (32).Universidad Complutense de Madrid. Recuperado de http://www.ucm.es/info/especulo/numero32/famigos.html

Leontaridi, E., Peramos, N. y Ruiz, M. (2007). Amistades peligrosas: una aproximación teórica y una clasificación práctica de los falsos amigos entre el español y el griego moderno. Ogigia, Revista electrónica de estudios hispánicos, (2), pp. 77–89. Recuperado de https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2325478

Licenciatura en Traducción, localización e interpretación, Educación Continua, Diplomado en Traducción profesional Inglés-Español, Idiomas, Universidad Intercontinental.



* Las opiniones vertidas en las notas son responsabilidad de los autores y no reflejan una postura institucional

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