El microaprendizaje surge dentro de la educación no formal. Inició mediante la enseñanza de microcontenidos relacionados entre sí.
¿A quién se debe?
En 1967, Dwight Allen, en la Universidad de Stanford, utilizó un método en el cual grababa a los docentes impartiendo una lección breve. Empleaba una estrategia de enseñanza específica de tres pasos:
- Observaba el video para analizar el proceso de enseñanza empleado
- Detectaba errores o debilidades
- Se corregían y se implementaban ante otro grupo de estudiantes.
Microenseñanza
A este método se le conoció como microenseñanza(https://dspace2-umecit.metabuscador.org/handle/001/4633 ()).
En 1998, se utiliza por primera vez el término microaprendizaje para ceñirse a una nueva forma de aprender en corto plazo. Sin embargo, no es sino hasta 2000 cuando comienza a considerarse como método de aprendizaje a partir de la enseñanza.
Microaprendizaje
Es un método de enseñanza que cobra fuerza a partir del florecimiento de la educación en línea. Se puede afirmar, incluso, que está estrictamente ligado con esta modalidad educativa. Tal es el hecho, que en 2017 se celebró el noveno Congreso de Microlearning 9.0: Aprendizaje digital 4.0.
¿Cómo funciona?
El microaprendizaje deriva del trabajo realizado con el contenido temático de cualquier disciplina del conocimiento. En otras palabras, resulta de un tratamiento significativo de la información reflejada en pequeños fragmentos de información. De esa manera, puede observarse un tema concreto y limitado que se comprenda en un tiempo corto, es decir, en minutos.
¿Cuáles son sus características?
Asimismo, el microaprendizaje se caracteriza por tratar contenidos accesibles en cualquier lugar y momento. Así, la educación en línea potencializa su adquisición mediante el contexto de las tecnologías de la información y de la comunicación.
¿Cuál es su propósito?
Se propone alcanzar un nuevo nivel de integración del aprendizaje que facilite el acceso a determinados contenidos académicos Pero, principalmente, que permita su comprensión, de modo que responda, según Salinas y Marín:
“A la necesidad de un desarrollo personal/profesional de las personas que dedican parte de sus actividades diarias (formales e informales) a la adquisición de nuevas competencias o a una actualización de sus conocimientos, motivadas por cambios en las condiciones o circunstancias de la vida”.
Salinas y Marín, 2014: 24.
Los recursos educativos bajo la perspectiva del microaprendizaje deben estar permeados por un paradigma educativo. El diseño didáctico depende de los sistemas de gestión del conocimiento del contexto educativo. Incluso de las instituciones educativas, como muestra la figura 4, donde puede observarse el microaprendizaje derivado en la autogestión del conocimiento.
¿Cómo surgió?
Tras la pandemia de COVID-19, las instituciones de educación superior tuvieron que incursionar en este método de enseñanza de manera empírica para atender las demandas de la sociedad. En consecuencia, el microaprendizaje comenzó a establecerse, informalmente, dentro de los procesos de enseñanza y de aprendizaje, en las instituciones de educación superior (IES).
Hacia la autogestión
Ahora bien, ante este nuevo contexto, el microaprendizaje obliga a repensar sobre los modelos tradicionales de enseñanza para empujar a un pensamiento didáctico que permita entender al aprendizaje como un proceso que debe darse de forma autogestiva, flexible, homogénea y atemporal.
La universidad como institución que ha satisfecho por años las necesidades de formación avanzada, debe, si quiere mantener un rol adecuado a su tradición y a sus potencialidades en el desarrollo cultural y social, identificar nuevas estrategias que le permitan responder a las nuevas necesidades y tendencias.
Los tiempos actuales requieren buscar nuevas formas de enseñanza y aprendizaje. Si te interesa explorarlas, la Licenciatura en Pedagogía e Innovación Educativa es para ti.